Después de varios años trabajando con método definido, he llegado a la conclusión de que cualquier proceso de coaching que se precie, siempre se pasa por tres grandes fases:
1 – TENER claro qué se persigue. Clarificar el objetivo general y los específicos. Visión, Misión y Operativa.
2 – HACER cosas. Dar pasos en la dirección correcta, hacia eso que se ha clarificado anteriormente. Provocar que las cosas pasen. Ser proactivo.
3 – SER uno mismo. No podemos conseguir cosas a costa de debilitar nuestro interior. Hay aspectos que nos impiden avanzar o lograr lo que perseguimos. Hay que sacarlos a la luz y si hay que profundizar, pues se profundiza. De lo contrario, el gasto energético es altísimo y los resultados son nulos o casi nulos.
Coaching individual, Ejecutivo, para Emprendedores, Grupal, de Equipos o Empresarial, son los tipos de procesos en los que acompaño de forma presencial, virtual o por Skype.