Todas estas personas tienen algo en común entre sí.
Albert Einstein – Galileo Galilei – Mozart – Los hermanos Wright – Leonardo da Vinci – Winston Churchill – Henry Ford – Stephen Hawkings – Julio Verne – Alexander Graham Bell – Nelson Rockefeller – Thomas Edison – John F. Kennedy – Rodin – Tom Cruise – Whoopi Goldberg – Dustin Hoffman – Robin Williams – Walt Disney – John Lennon – Agatha Christie – F. Scott Fitzgerald – Beethoven – Carl Lewis – «Magic» Johnson – Thomas Thoreau – Dwight D. Eisenhower – Louis Pasteur – Cher – Steve McQueen – Sylvester Stallone – Mariel Hemingway, Salvador Dalí…
¿Sabéis qué es?
Exacto, se han dedicado en sus vidas profesionales a desempeñar lo que más les apasiona. Han puesto toda su energía, toda su inteligencia racional y emocional, y todo su amor a desarrollar su propio potencial intrínseco, aquello que los hacía diferentes. Es decir, su peculiaridad es lo que les hace ser similares. Su peculiaridad, su propia potencialidad, es su Identidad.
¿Tendríamos, pues, que potenciar nuestra propia Identidad?
Por supuesto, me dirás, pero ¿cómo hacerlo? Pues lo más acertado es aceptarnos tal y como somos e identificar qué es lo que más nos apasiona para que focalicemos en ello toda nuestra energía, nuestra inteligencia y nuestro amor, tal y como hicieron y hacen los genios de más arriba. Y es que el hecho de desarrollar nuestro potencial específico, hace que nuestra automotivación no solo no se vea mermada sino que aumente considerablemente. Sin olvidar, por supuesto, esforzarnos en lo que depende directamente de nosotros mismos, como nos dijo Epícteto.
¿Queremos hacerlo, estamos dispuestos a ello?
Si la respuesta es afirmativa, entonces nos convendría mucho clarificar nuestro propósito de vida, determinar cuál es el camino y dónde pretendemos llegar, analizar nuestro presente para ver dónde nos encontramos actualmente, dar pasos en la dirección correcta, alinear nuestra vida con nuestros valores, nuestros recursos internos y nuestra potencialidad, y transformar el diálogo interior que nos impide avanzar; entonces nos será mucho más fácil entender el reto vital que tenemos por delante. Ahí estaríamos tocando la felicidad con nuestros dedos.
Es decir, estos genios Tienen claro quiénes son y a qué dedicarse. Han Hecho de su pasión su vida. Y han sido lo que querían Ser.
