Desarrollo personal y profesional

Instrucciones para escoger una novela en la biblioteca pública

Párate delante de la puerta de entrada y respira hondo para relajar tus músculos y tu mente. Abre la puerta y mantén silencio. A partir de este momento, conviene que seas lo más discreto posible, aunque siempre habrá alguien que te mire. La mejor forma de que deje de hacerlo es que tú también le mires.

Una vez salvado este primer contratiempo, que espero no haya distraído tu atención del propósito que llevas, dirígete lentamente hacia la sección de novela y al género que tengas pensado. Enseguida verás que hay varias estanterías llenas de libros. No te agobies, es normal, es una de las características de las bibliotecas públicas. Están pensadas para eso.

Si te encuentras tranquilo y con el cuerpo recto, dirige tu mirada hacia los libros. Están colocados de canto. Es ahí donde verás el color, el título de la novela y el nombre de su autor. Es muy importante que prestes atención a la parte inferior. Comprobarás que hay una serie de letras o códigos. Identifica tres letras en mayúsculas: son las tres primeras iniciales del apellido del autor. Si has llegado hasta aquí, enhorabuena, vas muy bien.

Ahora, si diriges tu mirada hacia ambos lados de la novela, comprobarás que están ordenadas por orden alfabético según el apellido del autor. Esto es crucial, pues te facilitará mucho la búsqueda. Pero no solo eso, sino que también leerás nombres de varios autores. Esta acción es fundamental para que te familiarices con sus nombres. Si no conoces a alguno, no te preocupes, suele pasar, hay que ir poco a poco.

Es necesario que, si quieres ver las novelas que hay en la parte de abajo de la estantería, dobles tus rodillas en noventa grados para que tu cuerpo descienda sin sufrir lesiones en la espalda. Ellas lo saben, pero no te lo pueden decir, pues su lenguaje es escrito. Además, de esta forma las podrás mirar de frente, algo muy importante, pues quizá una de ellas forme parte de tu vida durante los próximos días, espero que no semanas.

Cuando ya tengas localizado al autor en cuestión, lee el título en el lomo. No tengas prisas, la novela no se moverá de allí hasta que tú decidas que lo haga. Si esta es tu decisión, coloca uno de tus dedos en su parte superior, lo más cerca posible del canto. Haz fuerza hacia a ti, aunque no mucha, pues entonces la novela entenderá que la deseas con pasión e irá volando hacia ti. Muchas de ellas son caprichosas y si notan en exceso tu fuerza se sentirán muy tristes si las vuelves a dejar en su sitio. Si lo haces bien, notarás que se levantará un poco por la parte contraria a la del dedo. Eso es que se ha puesto contenta porque ha sido elegida.

En este momento tendrás que cogerla con mucho cuidado y mirar bien la portada. Lo que pasa en tu mente ahora es normal, no te preocupes. Estás especulando sobre el contenido. No tengas prisas, disfruta del momento. Ya la tienes en tus manos y nadie te la quitará. Si te atreves, pero solo si te atreves, piensa en lo contento que estaría el autor o la autora si te estuviera observando.

Cuando hayas disfrutado lo suficiente de este bello momento, hayas identificado qué editorial ha apostado por publicarla y hayas comprobado su grosor, tendrás que girarla para ver la contraportada. Este paso es, quizá, el más importante, ya que, si lees con mucha atención las frases que hay escritas, una detrás de otra y haciendo todo lo posible por entender lo que dicen, te decidirás por ella o volverás a colocarla en su sitio.

La siguiente acción también es crucial y, si la haces bien, mejorará enormemente tu experiencia. Llega el momento de abrir la novela. Para ello, levanta la portada con mucho cuidado. Verás que la primera página está en blanco. No es que la novela esté vacía, sino que esta página es una protección interior de lo que te encontrarás a continuación. Las editoriales la colocan para que te familiarices con el tacto del papel. Es recomendable que acaricies esta página en blanco, incluso que la huelas. Abstente de lamerla, no es necesario que le des rienda suelta al sentido del gusto.

En la siguiente página estará el título de la novela. En condiciones normales coincidirá con el de la portada y el del lomo. Si no fuera así, tendrías un serio problema, pues una novela con dos títulos es algo, de momento, imposible. No se ha dado ni en las de ciencia ficción. Si esto ocurriera, tendrías que informar urgentemente a algún bibliotecario.

En el caso de que ambos títulos coincidan, gira esta página disfrutando otra vez de la textura del papel. Las siguientes páginas te ofrecerán información técnica sobre la novela. Son como su carné de identidad. Casi nadie las lee, pero son cruciales, sin ellas no habría novela. Queda a tu elección si las echas un vistazo o no.

Ahora, prepárate para ver la primera página del primer capítulo. Tendrás que comenzar a leer para que compruebes si el lenguaje utilizado es de tu agrado. Conviene que sepas que al autor le costó mucho esfuerzo escribir esta primera frase y que estuvo varias semanas, quizá meses, pensando qué palabras utilizar.

Si te ha gustado, es muy recomendable que te sientes un momento a leer un poco más. Es probable, a muchos lectores experimentados les pasa, que no necesites hacerlo, pues ya te has quedado absorto con esa primera frase, y tu mente y tu corazón hayan decidido que es la novela elegida.

Si este es el caso, dirígete lentamente hacia la mesa donde está sentada la persona encargada de la biblioteca. Con la voz muy baja, pero que te pueda oír, dile que te la llevas y dásela un momento. Te la devolverá, no te preocupes. Podría ser que él o ella te diga algo sobre la novela o sobre el tiempo que te la prestan. Haz caso de lo que te diga y, si te queda alguna duda, pregúntale. No te pasará nada por preguntar, créeme.

Ya estás en el último paso. Ahora, tan pronto como salgas de la biblioteca, ten presente que tu vida cambiará un poco o, quizá, mucho. Eso ya es cosa tuya. Cualquier recomendación anularía tu sorpresa, tu imaginación o tu libertad. Recuerda, eso sí, llevar la novela en tu mano con mucho cuidado, pues las hay que tienen muchas ideas dispuestas a salir volando de sus páginas al más mínimo descuido por tu parte.

¡Buena elección!