Este fue el tema que elegimos in situ para este café filosófico de junio. Tema muy abierto y bastante pertinente al no haber elegido un tema con antelación.
Siendo la pregunta del millón que se nos hace a todos los filósofos y que cuesta mucho responder, pues llegamos a un consenso bastante bueno. La filosofía es una herramienta muy buena para enfrentarse a la realidad. Una muy buena herramienta para vivir, pero no para ver pasar los días de nuestra vida, sino para diseñarla y crearla.
Lo que está claro es que la filosofía se dedica a mejorar la vida de las personas. Este es su objetivo general. Y lo hace a través de la Razón. Pero esto sería si habláramos de la filosofía teórica o académica. Sin embargo, también hay una filosofía práctica y operativa, que es desde donde organizamos estos cafés filosóficos. En esta filosofía, las emociones y las creencias están muy presentes, por lo que es fundamental una buena gestión de las mismas si pretendemos mantener una vida plena, placentera y feliz, una vida de alta calidad humana.
También relacionamos filosofía con ciencia. Estuvo muy interesante, pues si la ciencia pasa por ser la nueva religión, aquella que dice lo que es verdad y lo que no, entonces la filosofía ha de estar ahí para no dejar que nos convenzan sin más. Si una teoría científica es mejorada por otra y luego por otra y así sucesivamente, esto quiere decir que tampoco nos da la verdad. Es más, mientras detrás de la ciencia estén las inversiones privadas, la filosofía es absolutamente necesaria.
El próximo café filosófico ya lo realizaremos en septiembre. Tocan vacaciones filosóficas. Yo propondré el tema.