Política y Felicidad

¿Se llevan bien la Política y la Felicidad?

Leas el diario que leas o escuches o veas las noticias en el medio que sea, la gran mayoría de estas giran en torno a la política. Esa a la que se dedican ciertas personas a las que se les llena la boca diciendo que buscan el bienestar de la ciudadanía. Sin embargo, lo cierto es que los que tienen el poder político y económico solo desean acabar con nuestra felicidad.

Y es que, si algo tengo claro, incluso sin conocerte, es que deseas ser feliz. Es una de tus máximas aspiraciones personales o, incluso, la más alta de todas. Es más, sabes que puedes serlo si te centras en potenciar tu interior, a no ser que creas que serás feliz cuando tengas mejor pareja, mejor trabajo o más dinero, por ejemplo.

¿Qué buscas en tu vida: bien-estar, bien-tener o bien-ser?

Pienses lo que pienses y hagas lo que hagas, sabes que la felicidad es efímera. Aparece y desaparece. Nadie vive en un estado permanentemente feliz todo el tiempo. Más bien, todo lo contrario, ya que la infelicidad habita en nosotros de forma considerable.

Solo hace falta que observes a tu alrededor para darte cuenta de que la infelicidad está ahí, al acecho. Enseguida comprobarás que muy cerca de ti hay alguien que te la sirve en bandeja de plata. Incluso, tú mismo lo haces, pudiendo llegar a convertirte en tu peor enemigo, aunque solo sea por una cuestión de cercanía. Y es que si tu felicidad está amenazada, que lo está, es muy fácil que caigas en la insatisfacción.

Me atrevo, pues, a sugerirte que aprendas a vivir en y con la infelicidad, o la insatisfacción y la angustia habitarán en tu interior hasta limitar enormemente la calidad de tu vida.

Te digo esto, porque poca cosa puedes hacer contra la infelicidad que viene de la violencia, de la agresividad, de la estupidez o del capricho de otros, por ejemplo. Quizá podrías evitar que esa infelicidad te golpee de forma directa y dura, pero me temo que no podrás conseguirlo si no potencias tu bien-ser. ¡Lo siento, pero es así!

Ahora bien, tampoco te engañes, necesitas convivir con los demás. Por lo que si pretendes buscar el bien-ser de forma egoísta, poniéndote siempre por encima de los otros, tu esfuerzo será más absurdo aún. Siento decirte, por tanto, que no podrás ser feliz si no procuras por la felicidad de los demás, sobre todo de tu entorno humano más inmediato.

Y, luego, están los políticos y políticas de cualquier partido y zona geográfica, dando ejemplo de cómo hemos de ser felices. Por tanto, como bien comprenderás, hablarte de política, incluso haciendo crítica constructiva, me parece una seria pérdida de tiempo y energía, puesto que alguien que entra en ese mundo ya sabe de antemano que la auténtica felicidad, la del bien-ser, no formará parte de su vida.

Antes de terminar, aprovecho mi última estrofa para saludar a todos aquellos que han abandonado la política antes de corromperse, buscando con ello el bien-ser y no el bien-tener o el bien-estar particular. Otra cosa es que luego en sus vidas sean capaces de disfrutarlo, pues su paso por allí los habrá involucionado.