En este café tocaba hablar sobre la Seguridad. Desde el principio se planteó hacerlo sobre seguridad social, familiar y personal, pero prácticamente todo lo hablado y compartido fue sobre la seguridad en uno mismo. Es lo más filosófico.
Algo que estuvimos de acuerdo todos, o prácticamente todos, es que el entorno, la sociedad, nos genera inseguridad. Hay tanto cambio, tanto movimiento, tanta hiperactividad, que nos puede llegar a crear inseguridades. Que si son relativas y contextualizadas no está mal. El problema es cuando la inseguridad es patológica. En todo caso, la seguridad pasa por saber adaptarnos a estas fluctuaciones y ser muy flexibles con los cambios.
Y es que si todos y cada uno de nosotros nos hemos sentido en alguna ocasión seguros o inseguros, eso quiere decir que es algo biológico e innato. Aún así, como buenos filósofos que sabemos debatir entre nosotros y unirnos como contrarios que somos, estuvimos mucho más debatiendo sobre la inseguridad mental, que está muy relacionada con el miedo. El miedo nos hace sentirnos inseguros. Es un mecanismo de defensa que hace que nos protejamos ante la incertidumbre de qué pasará.
Para profundizar un poco más, pues se dijo también algo muy filosófico que es que al aceptar la realidad tal y como es, es decir, al vivir en el presente, muchas de las inseguridades desaparecen. Esto viene provocado porque un buen conocimiento de nosotros mismos nos lleva a saber donde están nuestros límites y nuestras capacidades. Y esto nos lleva a esforzarnos en lo que depende directamente de nosotros, que si reposamos en ello, reposamos en nuestro ser. Eh ahí entonces que la vida sea más fácil.
También se dijo otra cosa muy interesante, y es que la crisis si bien nos ha generado, y genera, mucha incertidumbre, también esta inseguridad despierta en nosotros otras capacidades que quizá no conocíamos. Es época de reinventarse. Es época de integrar la inseguridad en nuestro ser, en nuestra naturaleza. Solo así, sabremos que existe y la gestionamos mejor.
Algo que también se dijo fue que la Seguridad como tal no existe, es un concepto abstracto. Lo que existe es la inseguridad, la cual nace al pensar en la seguridad.
Si de algo estamos seguros es de que moriremos y esa certeza es la que más inseguridad nos genera. Es una paradoja. Claro, la vida es una paradoja constante. La filosofía tiene como función reflexionar sobre las paradojas.
Al final del café estuvimos un buen rato debatiendo sobre las preocupaciones, que son las que más inseguridades nos generan. ¿Cómo eliminar las preocupaciones? Pues ocupándonos. Y aquí estuvimos ofreciendo claves entre todos. Epícteto aportó una: esfuérzate en lo que depende directamente de ti, que es tu Ser, y huye de lo que no depende de ti, que es lo que genera preocupaciones y que está relacionado con el Tener.
Se hicieron varias preguntas, hubo bastante humor y escogimos para el próximo café filosófico a la “Soledad” para desmenuzarla y ver qué podemos compartir y aprender entre todos. Será para marzo.